Reportaje de “Cuarto Poder”, pone evidencia a sus familiares trabajando en su despacho y recorte de sueldo a trabajadores
La oficina 103 del edificio José Santos Atahualpa no solo funciona como despacho de la congresista por San Martín, Lucinda Vásquez Vela, sino también como un despacho familiar dentro del Congreso de la República.
Lo niega, pero Pinchi Pezo Jimmy, quien es coordinador, trabaja en su despacho. Es hijo de Manuel Pinchi Vásquez y nieto de Elsa Vásquez Vela, hermana de la congresista. Este sobrino-nieto no tiene título universitario, pero recibe 3146 soles como remuneración.
No solo su coordinador es familiar, su auxiliar también lo es. Edwar Rengifo Pezo es sobrino-nieto de la parlamentaria. Su padre, Luis Rengifo Vásquez, sobrino directo de Lucinda, ha sido incluido en su declaración jurada y tiene un sueldo de más de 3600 soles mensuales por desempeñarse como auxiliar en el despacho de su tía. Tampoco tiene grado académico registrado en SUNEDU.
Pero hay más. Kenyi Castro Rivas, el tercer sobrino-nieto de la congresista, también trabaja en su despacho. Su madre es Cesit Rivas Vásquez y su abuela Semira Vásquez Vela, hermana de la congresista. Kenyi es bachiller en ingeniería agroindustrial y desde diciembre de 2023 trabaja como técnico en la misma oficina, con una remuneración de 7,200 soles.
Los sobrinos-nietos no pueden ser contratados, ya que son familiares de cuarto grado de consanguineidad, lo cual está prohibido por la ley de nepotismo, según expertos consultados por Cuarto Poder.
En otro momento, el periodista le preguntó a la congresista sobre el rol de su hijo en su despacho, ya que él se presenta como trabajador. «Ninguna, él es arquitecto. No, ninguna», respondió, visiblemente angustiada. El secreto de la congresista salió a la luz, evidenciando su enojo.
Lucinda Vásquez Vela, representante de la región San Martín, ingresó al Congreso con el partido Perú Libre, pero hoy forma parte del Bloque Magisterial. Lejos de priorizar las necesidades de su región, parece haber enfocado sus esfuerzos en colocar a su círculo cercano en su despacho.
El hijo de Lucinda Vásquez, Marti Frans Villacorta Vásquez, no figura como trabajador del Congreso, pero actúa como tal. Ha registrado más de 139 visitas al despacho de su madre, y cumple prácticamente un horario laboral.
A pesar de estar inhabilitado por OSCE para contratar con el Estado, sorprende ver sus visitas a instituciones públicas, donde se registra como personal del Congreso. Por ejemplo, en abril de 2024, visitó el Fondo de Desarrollo Pesquero (FONDEPES) y se registró como personal del Congreso.
El círculo más cercano a la congresista incluye también a una trabajadora vinculada a su hijo.
Todos los días, desde la vivienda de Lucinda Vásquez en el distrito de Santa Rosa, sale una camioneta conducida por su hijo, con Lucinda de copiloto y Milagros Saldaña, técnica del despacho, sentada en la parte trasera. Milagros no solo es cercana a la familia, sino especialmente al hijo de la congresista, quien en ocasiones la traslada únicamente a ella, para asegurar su puntualidad en el despacho.
En la oficina 103 del edificio parlamentario, las irregularidades se acumulan, con secretos que se han mantenido en la sombra y que llevaron a tres trabajadores a renunciar.
Walter Tello, quien fue asesor principal del despacho de la congresista, reveló otro grave hecho.
Periodista: ¿Usted le dio dinero a la congresista?
Tello: Bueno, sí. Efectivamente, no solo yo, sino también dos trabajadores más, renunciamos por una serie de irregularidades, entre ellas el recorte de remuneraciones en diferentes modalidades.
Lucinda Vásquez no solo habría convertido su despacho en un feudo familiar, sino que también habría hecho de sus trabajadores una fuente de ingresos adicionales. Les pedía dinero bajo la promesa de préstamos que nunca devolvía. El extrabajador entregó chats de WhatsApp con la congresista, los cuales respaldarían su denuncia.
Atrás quedó la imagen de luchadora social, cuando fue presidenta del Frecides San Martín – Tarapoto, y dirigente del sindicato de maestros en la región, hoy la profesora Lucinda Vásquez Vela, quien además afronta una denuncia constitucional en su contra, por el caso del tráfico de un examen para el Concurso Público Nacional de Acceso a la Carrera Pública Magisterial 2021, ha quedado puesta en evidencia, con un papelón vergonzoso para todos los sanmartinenses, y sobre todo para aquellos que le confiaron su voto y la convirtieron en parlamentaria. (Fuente: Cuarto Poder – América TV)